A este maravilloso animal marino debe nuestra posada su nombre, pero ¿qué es el botuto?
Strombus gigas
(Gastropoda, Mesogastropoda, Strombidae)
Botuto, guarura, vaca
Queen conch, pink conch
DISTRIBUCIÓN:
El botuto es un molusco de amplia distribución en el mar Caribe y áreas aledañas, extendiéndose desde el sur de Florida en Estados Unidos hasta Brasil. Hoy en día está prácticamente extinto en las islas Granadinas, Península de Florida y Puerto Rico. En Venezuela su distribución histórica abarcaba casi todo el margen litoral, con máximas densidades en las dependencias federales y el Estado Nueva Esparta. En la actualidad sólo es relativamente abundante en algunas zonas insulares como el Parque Nacional Archipiélago Los Roques, Isla de Aves e Isla La Orchila. Es el molusco con caracol más grande del mar Caribe, alcanzando hasta 40 cm de longitud y 3 kg de peso. Se encuentra desde aguas poco profundas cerca de la costa hasta profundidades superiores a los 70 m, pero es más frecuente entre los 6 y 25 m de profundidad, donde generalmente está asociado a planicies arenosas y praderas de plantas subacuáticas.
SITUACIÓN ACTUAL:
Actualmente las poblaciones de botuto se encuentran severamente reducidas. En áreas donde eran abundantes en el pasado, tales como el Parque Nacional Morrocoy en el Estado Falcón y la costa nororiental del país, hoy en día prácticamente han desaparecido. Asimismo, su densidad poblacional y la talla promedio de los individuos han disminuido, dado el aprovechamiento comercial del que son objeto. A nivel Internacional ha sido declarada como una especie Amenazada por el Comercio.
TAMAÑO POBLACIONAL ESTIMADO:
Se desconoce su tamaño poblacional. En áreas sin presión humana pueden alcanzar densidades de 210 individuos por cada 100 m2.
PRINCIPALES AMENAZAS:
La principal amenaza es su pesca con fines comerciales, la cual ha ocasionado su desaparición casi total de las regiones costeras de tierra firme del país. Aproximadamente el 98% de la producción nacional actual proviene de Isla de Aves y el Parque Nacional Archipiélago Los Roques, donde sus densidades han disminuido en más del 95%, lo cual es evidente por las numerosas "pirámides" que se producen en la acumulación de conchas de los ejemplares capturados en estas islas. La mayor presión de pesca se realiza durante la época de veda de langosta, período que coincide con la reproducción del botuto (mayo a noviembre), eliminándose la posibilidad de que sus poblaciones se recuperen de esta extracción. Los métodos de captura son muy eficientes, ya que un peñero con dos pescadores puede recoger hasta 700 botutos en unas 6 horas. Por la sobreexplotación de los ejemplares más grandes, la presión sobre animales jóvenes ha aumentado y son capturados antes de alcanzar su madurez sexual. Una proporción considerable de botutos capturados en el país son comercializados ilegalmente en las islas de Bonaire y Curazao, donde su valor económico es mayor.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN TOMADAS:
En 1991 se estableció la veda general en el país por un lapso de tres años según Resolución No. DGSPA/247 MAC del 14/08/91, pero la explotación comercial ilegal se mantiene y gran parte de la producción es llevada a Curazao y Bonaire para su venta (Cipriani com. pers.). La Fundación Científica Los Roques ha realizado estudios detallados sobre la biología, ecología y pesca del botuto en el Parque Nacional Archipiélago Los Roques, además de proponer recomendaciones sobre su manejo sostenible.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PROPUESTAS:
Estudios realizados por la La Fundación Científica Los Roques han permitido sugerir una serie de medidas que podrían formar parte de un plan de manejo racional de las poblaciones del botuto. Entre ellas se encuentran:
Establecer una temporada de veda durante la época reproductiva;
Ajustar las cuotas de pesca autorizada a los niveles de producción estimados para cada año;
Establecer una talla mínima para la captura de ejemplares a ser comercializados;
Crear áreas de refugio donde la pesca esté prohibida;
Utilizar ejemplares juveniles criados en laboratorio para la repoblación en zonas sobreexplotadas;
Regular el amontonamiento de conchas;
Evitar la venta ilegal del botuto en mercados internacionales;
Intensificar las medidas de control y vigilancia de los pescadores manteniendo un registro preciso de la producción en las estadísticas de pesca.